domingo, 26 de enero de 2020

Ocho años en Múnich

Ocho años en Múnich, un año en Aachen, desde que me fui de Granada ya llevo más tiempo en Alemania que dentro de España.
Ocho años en Múnich, los mismos que en Madrid, y sin embargo se siente diferente. 
El tiempo pasa más lento y a la vez más rápido. Todos los años son más parecidos, no son tan intensos. Ya no se cuentan por cursos de la carrera, por habitaciones del Johnny o por pisos de alquiler. Ahora los años tienen número: 2012, 2013,... O nombres: el año que me embaracé de Rano, el año que di a luz a Pimpón. 
Los amigos se ven menos y no hay planes un martes ni siquiera cócteles los sábados. 
He aprendido mucho en estos años, ya no comparo todo con España como si allí fuera mejor. El aquí y el allí han cambiado. Siento un choque cultural cuando vuelvo a casa después de tanto tiempo, que cada vez es más. 
Me gusta esta ciudad pero no se me va la morriña por lo que dejé atrás. 
Nuevas caras, nuevos trabajos, y el corazón partido entre muchas ciudades. 
Siempre me pregunté cómo podía ser eso que decía mi madre de no tener raíces, de no sentirse ni de Cuerva, ni de Toledo, ni de Madrid o Granada. 
Y ahora ya sé lo que es. No soy tan granaína como lo era antes, nunca fui madrileña y no creo que llegue a sentirme muniquesa aunque me vuelva alemana. 

En Navidad vimos en Granada a un joven que pedía en la calle. El mayor me preguntó que por qué y le dije: "Es como nosotros. Bueno, es como yo. Él nació en un país y ahora vive en otro diferente. Pero él no tiene trabajo, así que pide dinero en la calle". 
Porque al fin y al cabo, ellos sí han nacido en Múnich, ésta es la ciudad que han conocido y lo demás... vacaciones. 

jueves, 16 de enero de 2020

La ley de transplantes en Alemania no será como el modelo español, líder en Europa

Hace tiempo recibí esta petición para cambiar la actual ley de transplantes alemana, en la que se explicaba que el sistema actual exige la declaración expresa en vida del futuro donante, de que está de acuerdo, a través del carnet de donante de órganos que solo posee el 40% de la población. En caso de no haber expresado su voluntad, es la familia la que debe decidir después del fallecimiento.

En Alemania la lista de espera para un riñón son 7 años frente a 1 año en España, por lo que desde hace un par de años se viene pidiendo que se reforme el sistema para que la gente no se muera en la lista de espera cuando existen suficientes medios para prevenir esas muertes.
No existe un sistema nacional de transplantes y tan solo solo se informa del 8,2% de órganos disponibles en los hospitales. La tasa de procedimientos es de las más bajas de Europa.

El parlamento alemán votaba hoy la ley para convertir automáticamente a todo ciudadano en donante potencial de órganos, salvo rechazo explícito, imitando el sistema español. Se eximía a los diputados de la disciplina de voto pero la mayoría ha votado en contra de la medida.

Sin embargo, en la última encuesta del seguro médico Techniker Krankenkasse, el 82% de los alemanes estaba a favor de la donación de órganos. Una vez más, el parlamento no vota en concordancia con la ciudadanía y se ha perdido una oportunidad de oro para salvar vidas.

Ya solo queda seguir llevando encima el carné de donante, esperar a que la política avance hacia donde ya está la sociedad y seguir mirando con ojos envidiosos y orgullo a España, que es la líder de transplantes en Europa.

Fuente: Statista
Petición: Leben retten: Einführung der Widerspruchsregelung!

Página para solicitar el carnet de donante de órganos: Organspendeausweis beantragen