Es la época que más me gusta del año. De hecho creo que desde que trabajo aquí podría hacer un álbum con todas las fotos que he hecho de la Castellana y la Escuela en otoño, y saldría una exposición bastante decente.
No es que yo sea buena fotógrafa, pero he tenido cámaras buenas (dentro de lo compacto, claro) y los colores de este tiempo ayudan bastante.
También me gusta mucho reflexionar sobre una verdad que se muestra crudamente estos días: en Madrid no hay entretiempo.
Fuera parece que sí, porque están las hojas amarillas y se caen, porque los pajaricos están como atontaos, y todo eso, pero no. El jersey ese que te compraste diciendo "es fino, pero para el entretiempo", ya no te lo has puesto ni te lo vas a poner, y has pasado directamente a los de lana. Como dijo ND, este año el entretiempo en Madrid duró un día, y es verdad, así que no se puede ni siquiera considerar como tal.
Así que sólo nos queda disfrutar de los colores, de los paisajes, por muy cercanos y rutinarios que sean, que una vez al año cambian de tonalidad y aparecen maravillosos durante unos pocos días.
Ya vendrá el invierno (estacional) y esperemos que la nieve. Por la
nieve también tengo una cierta debilidad, pero todo a su tiempo.
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