Aunque no lo recomiendo en absoluto, a día de hoy aún es posible vivir en Alemania y sobrevivir sin hablar palabra de alemán. Incluso diría que sin hablar inglés, aunque eso ya puede ser demasiado arriesgado.
El problema es que sólo te das cuenta una vez que ya estás instalado y cuando seguramente ya hablas alemán, o lo intentas.
¿Quién no se ha ido alguna vez a los Alpes y en el telesilla ha conocido a un simpático joven israelí, que casualmente viajó un año por Sudamérica y cuya novia es mexicana? ¿O ha llamado a un directorio de médicos españoles?
Lo peor es que haber estado un año por Sudamérica, o qué menos que seis meses, solo y de viaje sin saber español al principio es algo muy alemán. Luego decimos que si no son sociables, pero hay que tener los cojones muy bien puestos para recorrerse Sudamérica siendo guiri. Si a nosotros en México D.F. ya nos llamaban güeritos, no sé a cuantas leguas se ve que alguien es alemán.
Así que si sabes a qué indio que ha vivido en Barcelona (¿y quién no?) pedirle el pato, a qué italiano encargar la comida, a qué médico del directorio llamar o con qué compañeros de viaje juntarte, con el español en Alemania llegas a todos lados.
Eso sí, así la diversión no está asegurada. Hace falta integrarse un poco más para decir "qué buen día hace" porque sale el sol y hay 5 °C, y para eso los amigos alemanes ayudan mucho :)
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