Foto: Pixishot |
La verdad que me resulta curioso lo actual que puede ser a veces un libro incluso aunque haga ya 70 años de su publicación (en 1943).
Otras veces no, otras veces te encuentras pasajes que dices "¡pero qué coño...!" y te encuentras sorprendido en parte de la idea de la mujer de aquella época, o de la idea de los ingleses sobre lo que era ser una familia bien o el resto del mundo.
Por suerte el otro día cuando me dio la fiebre por releerme un libro de Agatha Christie, bueno, releer no, porque en este caso acerté y no me lo había leído, pero eso muchas veces es suerte, pues me puse a hacer notas con el Kindle y como no se han podido publicar voy a hacer un post a lo desgraciaito y os las voy a compartir porque merece la pena leerlas.
Las voy a titular:
- Agatha Christie - Las mujeres tienen el sistema nervioso delicado
"He observado que en las novelas los anónimos groseros y repugnantes
jamás se enseñan a las mujeres, de ser posible, para escudarlas a toda
costa contra la sacudida que pudiera experimentar su delicado sistema
nervioso, tan sólo con la lectura.
Siento decir que jamás se me ocurrió
no enseñarle la carta a Joanna. Se la entregué sin vacilar. Justificó mi
fe en su fortaleza no demostrando otra emoción que regocijo."
Aquí me imagino a las mujeres de la época temblando con el anónimo, sudando, con sus guantecitos blancos. Y en este caso la hermana del protagonista, que es una fresca, lo coge y se ríe.
- Agatha Christie - ¿Quién no quiere un monito o un pavo real?
—¡Caramba! —dijo—. Qué cansada estoy, y creo haber puesto de relieve mi
crasa ignorancia con respecto a las épocas de cultivo. ¿No hay habas en
esta época del año? ¿Lo sabes tú?
—En la primavera —dijo Megan.
—Bueno,
en Londres hay todo el año —dijo Joanna para defenderse.
—En lata,
tontuela —le dije—. Y las traen los barcos de todos los rincones del
Imperio.
—¿Cómo el marfil, los monos y los pavos reales? —preguntó mi
hermana.
—Exacto.
—Preferiría tener pavos reales —replicó Joanna
pensativa.
—Y yo quisiera tener un monito —dijo Megan.
Desde luego nunca se me hubiera ocurrido que después de hablar de habas iban a acabar hablando de pavos reales. Quitando la falta del "Cómo", es impresionante. Supongo que en esa época se llevaban marfiles a Londres, pero sigo sin imaginármelo.
- Agatha Christie - Las mujeres son el diablo
"Por un momento sentí escrúpulos de conciencia. Joanna era demasiado
coqueta y Griffith demasiado bueno para que jugara con él. Las mujeres
son el mismísimo diablo.
Luego me fijé en Griffith... en su barbilla
estrecha y enérgica y en la dura línea de sus labios, y no estuve tan
seguro de que Joanna se saliera con la suya. Y de todas formas un hombre
tiene derecho a dejarse engañar por una mujer... y si lo hace es por su
propia voluntad."
Desde luego, sin palabras. Las mujeres son el mal, pero hay hombres tontos que se lo buscan.
- Agatha Christie - El té es un refrigerio femenino
—Ha sido usted muy amable al aceptar un refrigerio tan femenino como lo
es el té, señor Burton.
Supongo que Emily Barton consideraba a los
hombres como consumidores incansables de whisky y cigarrillos, y que en
los intervalos seducían a las doncellas de los pueblos o corrían
aventuras con mujeres casadas.
En fin, esto lo debería leer el Marommo y dejarse de tanto té de las cinco (las siete). A ver si le compro una botella de whisky y unos puros para que se ponga al día.
Bueno, y con este sabor de boca, no os podéis perder uno de sus libros. Creo que es una obligación temporal.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Libro: El Caso de los anónimos, de Agatha Christie
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