Salvados: "El milagro de conciliar" |
No es que vaya a hacer una declaración de principios diciendo que a partir de ahora dejo el trabajo y me voy a dedicar a cambiar pañales el resto de mi vida, pero por una parte ahora creo que no era tampoco una tontería.
Nos han engañado. Nos han engañado y mucho. Cuando antes oía a las viejas del pueblo decir que siendo madre y teniendo dinero, para qué trabajar, me parecía horrible y no lo entendía.
Al menos muchas de nosotras creíamos que incorporarnos al mercado laboral era algo bueno, para realizarnos profesionalmente, que la igualdad estaba ya aquí y que era injusto quedarnos en casa para cuidar de los críos.
Incluso hace bien poco escuché al famoso Carlos González diciendo que la conciliación no existe, que o se trabaja o se cría a los hijos, y me pareció que exageraba.
Pero no, en el fondo es verdad. O estás con tus hijos o estás fuera.
Obviamente no comparto la parte en la que es la madre a la que le toca siempre quedarse, pero lo que me parece el mayor engaño es pensar que en una familia en la que antes se vivía con un sueldo, no es la madre la que elige trabajar, sino que ahora hacen falta dos sueldos para vivir en la mayoría de los casos.
Mucha gente comenta que en Baviera los salarios son muy altos para Alemania y por otro lado se queja de que son muy tradicionales porque esperan que la mujer se quede en casa. Bueno, pues es que es precisamente eso, se espera que con un sueldo o sueldo y medio (el medio del que trabaja en el horario escolar) se pueda vivir, y por eso son tan altos, ni más ni menos. BUM.
Después de ver el Salvados del otro día me inundó la pena. La pena de ver que la mitad de los hogares se basan en los abuelos para conciliar el trabajo y la familia, y muchos de esos padres cumplen horarios prácticamente incompatibles con las horas en las que los niños están despiertos.
Viniendo de una casa en la que mis dos padres trabajaban porque tenían la suerte (o la elección) de trabajar en la enseñanza y poder llegar a casa a las 15:30, para mí el cambio obvio era que los dos se van a trabajar y alguien externo, cobrando, cuida a los niños. Claro que conocía a familias donde ese papel lo hacían los abuelos, pero me parecía que lo normal sería que ya que están jubilados y no siempre están para muchos trotes, eso fuera la excepción y no la regla.
Pero ni siquiera es así. Ya no es como decían que a que la mujer no cuide a los hijos la sustituye otra mujer que los cuida, sino que ni siquiera los sueldos dan para eso y la mitad de la sociedad se basa en el trabajo voluntario de los mayores. Ya no digo el ahorro financiero que supone que los cuiden además todos los días, eso sería otro tema.
En fin, parece que no hay solución mágica. En nuestro caso como no tenemos a los abuelos cerca pero sí flexibilidad, pues habrá que tirar del dinero y de recortar horarios.
Faltó una comparación con una familia sueca con hijos después de agotar la baja, el qué hacer con unos niños en edad escolar como en Alemania que a las 12:00 están ya fuera de la escuela.
Y corregir el dato de la baja parental alemana. Ya que no lo hizo el Follonero, lo hago yo.
Si uno o los dos trabajan a jornada reducida (25-30 horas) la baja se les duplica en tiempo y si lo hacen además simultáneamente reciben un plus de 4 meses.
En Alemania el padre sí tiene 9 semanas intransferibles |
Además, independientemente de eso, a cada uno le corresponden 36 meses de excedencia por hijo, que se toman en parte durante la baja, obviamente, pero también se puede después, hasta que el hijo cumple los ocho años.
#ElMilagroDeConciliar
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