Una experiencia más, otra que no me esperaba que me fuera a gustar y me encantó. Ahora empiezo a comprender un poco lo que sienten los moteros y esa adicción al sonido del motor y la velocidad.
Claro, que en unos karts no tienes miedo por tu vida, y a lo peor si te flipas mucho te puedes romper un tobillo o hacerte unas malas agujetas para el día siguiente, pero bueno, después de probar la guerra y salir victoriosa, ahora una buena carrera... vamos, lo que viene siendo quedar antepenúltima, jejeje.
Ahora quién sabe qué será lo próximo... multiaventura, lanzamiento con arco, pacaídas no (limitado por fobia a las alturas, acrofobia o vértigo de tó la vida), espeleología,...
Por lo pronto, trabajo de oficina, sin salidas y con papeleos. ¡Quién me iba a decir a mí hace un año que iba a echar de menos picar código!
Que tengáis buena semana.
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