Todos los años surge algún capricho. Un año es un abrigo, otro unas botas, y este año han sido unas zapatillas con borreguito. El caso es que me acababa de comprar unas zapatillas normales, y resultó que no abrigaban una mierda nada. Y entonces las vi: tan monas, tan abrigaditas, tan... simples!
Así que, a mi pesar, esperé pacientemente a rebajas, y aquí las tengo. Además valen bien con las plantillas nuevas (sí, vengo defectuosa de fábrica, no sólo los ojos, sino también los pies), y espero que sean medianamente impermeables.
Eso sí, que sepáis que lo de los números es una estafa. Mis plantillas dicen que son un 39, las de mujer de pelito ponían el 40 y estas de hombre pone el 41, y todas iguales. Luego quieren que compremos por internet... con este desaguisado hay que ser muy, pero que muy valiente para atreverse.
Ahora que ya tengo vuelo, paro y padrón, sólo me queda buscar casa en Múnich para no dormir el 23 debajo de un puente o en el sofá de algún alma caritativa.
Bueno, eso y los 7 papeles que aún no he solucionado :S
Ánimo, Elia!!!!
ResponderEliminarSeguro que Múnich te recibe con los brazos abiertos y la estancia es tan acogedora como tus paseos en zapatillas de borreguito que, dicho sea de paso, molan un montón!!
Muchísima suerte en tu aventura alemana :)