Hay gente muy romántica, gente romántica y luego está la gente que se olvida de su primer aniversario de bodas y se busca un viaje de trabajo justo ese día que dure desde las 6 de la mañana hasta las 20 horas.
Está claro que yo pertenezco al último grupo y, aunque en este caso el viaje no lo haya planeado yo directamente, tampoco puedo decir que no he tenido tiempo estos dos meses para darme cuenta y pedir cambiarlo.
El caso es que mañana se cumple un año desde que nos casamos el Marommo y yo. Ahora que se dice que estamos embarazados, supongo que lo correcto también es casarse en plural.
Lo pasaré en Kassel, más al norte de Alemania, aunque más bien podría decirse que lo pasaré en tren recuperando horas, porque al final el viaje va a durar seguramente más que la propia reunión (si me dan de comer, si no, no).
Ha sido un año muy intenso. Empezamos estando otra vez unos meses a distancia. Se ve que cinco años no fueron suficientes y para celebrar la boda qué mejor que recordarlo tomándonos 2000 km.
En realidad se pasan en ná, cuando te quieres dar cuenta ya estás haciendo de nuevo la mudanza y luego parece que siempre hubiera sido así, los dos juntos en Múnich, con el frío, la cerveza y montando en bici.
La celebración costó pero llegó. Tarde, doble y puede que para algunos mal. Supongo que se podría haber hecho mejor, pero se intentó compartir con la mayoría de la familia, que en estos tiempos no es poco y que ni siquiera nos habían visto después de la boda en muchos casos.
El tema laboral para mí ha ido muy bien, para el Marommo aún está arrancando, pero creo que el cambio de aires ha ayudado mucho. Supongo que no es bonito tampoco hablar de eso en un aniversario, pero bueno, ya que fue la razón principal para casarnos creo que se ha ganado su lugar aquí.
Personalmente... personalmente no os lo voy a contar, que es muy íntimo. En resumen estoy muy bien, creo que estamos muy bien, casi nada ha cambiado y casi todo. Una vez que me acostumbré a decir Mann ahora lo que me queda es acostumbrarme a decir marido, ¡pero es que cuesta!
Espero que el año que viene también pueda echar la vista atrás y, aunque con menos novedades, el balance sea tan positivo.
Porque sentimentalmente merece la pena, pero es que económicamente ni te cuento...!!
Fuera coñas, me alegro, aunque tuviera que ser en Gibraltar :)
Está claro que yo pertenezco al último grupo y, aunque en este caso el viaje no lo haya planeado yo directamente, tampoco puedo decir que no he tenido tiempo estos dos meses para darme cuenta y pedir cambiarlo.
El caso es que mañana se cumple un año desde que nos casamos el Marommo y yo. Ahora que se dice que estamos embarazados, supongo que lo correcto también es casarse en plural.
Lo pasaré en Kassel, más al norte de Alemania, aunque más bien podría decirse que lo pasaré en tren recuperando horas, porque al final el viaje va a durar seguramente más que la propia reunión (si me dan de comer, si no, no).
Ha sido un año muy intenso. Empezamos estando otra vez unos meses a distancia. Se ve que cinco años no fueron suficientes y para celebrar la boda qué mejor que recordarlo tomándonos 2000 km.
En realidad se pasan en ná, cuando te quieres dar cuenta ya estás haciendo de nuevo la mudanza y luego parece que siempre hubiera sido así, los dos juntos en Múnich, con el frío, la cerveza y montando en bici.
La celebración costó pero llegó. Tarde, doble y puede que para algunos mal. Supongo que se podría haber hecho mejor, pero se intentó compartir con la mayoría de la familia, que en estos tiempos no es poco y que ni siquiera nos habían visto después de la boda en muchos casos.
El tema laboral para mí ha ido muy bien, para el Marommo aún está arrancando, pero creo que el cambio de aires ha ayudado mucho. Supongo que no es bonito tampoco hablar de eso en un aniversario, pero bueno, ya que fue la razón principal para casarnos creo que se ha ganado su lugar aquí.
Personalmente... personalmente no os lo voy a contar, que es muy íntimo. En resumen estoy muy bien, creo que estamos muy bien, casi nada ha cambiado y casi todo. Una vez que me acostumbré a decir Mann ahora lo que me queda es acostumbrarme a decir marido, ¡pero es que cuesta!
Espero que el año que viene también pueda echar la vista atrás y, aunque con menos novedades, el balance sea tan positivo.
Porque sentimentalmente merece la pena, pero es que económicamente ni te cuento...!!
Fuera coñas, me alegro, aunque tuviera que ser en Gibraltar :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ya que lo has leído, coméntame qué te parece, no?