Para empezar me fui el lunes a un congreso sobre redes en trenes en Lille (Francia). Sigo sin tener ni idea, pero ya los conceptos me van sentando mejor. Creo que puede que de aquí a tres o cuatro ediciones acabe por comprender todo el rollo ese de las frecuencias y los 802.11p/n/la-letra-que-sea.
Es una frikez, pero creo que estaría bien que como empresa nos metiéramos en esos fregaos para darnos a conocer. Porque la realidad es que no nos conoce ni dios. Se lo dices a la gente y pone cara de circunstancia, de que quiere saber más a ver si le empieza a sonar. Pero no, como mucho nuestra empresa madre, pero entonces piensan que prestamos a la gente y ya no quieren saber nada. Eso habría que cambiarlo, a ver si ahora que queda una semana para que publiquen mi entrevista se consigue ;)
Luego recibí un sms-bomba de mi jefe de proyecto diciéndome (en español): "Sabes ya lo que haces el jueves?". Eso significaba que mi jefe de verdad me había buscado una cita en Salzgitter para venderme los próximos tres meses por unos cuantos camellos y la promesa de luego poder traernos trabajo a casa.
Peor fue el sms más tarde diciéndome que no íbamos de 9:00 a 19:00, sino más bien de 06:55 a 22:10. Hay gente que tiene maridos malos, pero yo tengo una bendición, porque el Marommo ya sabe lo que hay y se lo toma con mucha paciencia. Creo que se la resbala un poco, excepto cuando sospecha que van a timar y me van a dejar allí seis meses, y entonces me regaña. Aunque ya me ha dicho que no hace falta que venga TODOS los fines de semana, así que no sé qué pensar... ;)
Por cierto, que el aeropuerto de Charles de Gaulle en París es lo más futurista antiguo que he visto en mucho tiempo (retrofuturista, dicen). Es como estar embarcando en mitad de Metropolis pero más a los años cincuenta.
Para terminar, teníamos pensado un viaje. Sí, hay gente que ve puentes y decide hacer un viaje, y lo hace. Nosotros como tenemos los huevos gordos lo pensamos sólo hace dos semanas, porque nos dimos cuenta de repente era el único lunes que era fiesta, y casi nos quedamos sin sitio por ello. Tocó escribir a los albergues uno a uno a pedir "una habitación por favorrrrrrr, tres camas siñorrrrrr", pero funcionó.
Así que nos plantamos en Dresde(n). Sigue siendo tan bonita como siempre, y sigue teniendo días soleados que hacen que parezca maravillosa. Incluso con los nubarrones salieron un par de fotos impresionantes, pero en general el turismo mola más cuando no te mojas.
Ahora esta semana iba a descansar, pero ha venido visita y, aunque pase un poco de nosotros, hemos hecho el paripé de no abuelear tanto entre semana y tomar un par de cervezas y una currywurst.
Hoy queda ver si se cumple que el fin de semana sea un poco tranquilo y le ponemos coto a esa mierda que está tomando la cocina y la casa en general. Porque entre avión y avión lo de limpiar se ha quedado un poco olvidado.
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