La verdad que cuando llegas a Múnich hay una cosa que da un poco de mal rollo. Todo el mundo te dice «ah, en verano es muy bonita, ya verás».
Como decía Andreonci, ¿y qué pasa en invierno? Nadie diría de Graná que es una ciudad bonita en verano, o es bonita o no lo es. Y peor aquí que el invierno dura 6 meses.
Luego llega el momento y lo entiendes, no es que sea horrible, es que son dos cuides. Una verde, con muchos parques y lagos, y otra blanca blanca. La blanca también es bonita, pero no es tan espectacular.
Lo bueno es que sí hay entretiempo. De hecho hay tanto entretiempo que un español recién llegado podría decir que lo que no hay es verano, más que una o dos semanas al año, y muy posiblemente en abril o mayo y no en julio ni agosto.
Pero bueno, comparado con Madrid se sale ganando. Allí decíamos que la primavera (o el otoño) era nuestro día favorito del año, y no es exagerar. Si hubiera un mes con temperaturas de 25°C sería la ciudad perfecta, pero lo de no poder ni dormir del calor... Al menos eso no lo echo de menos.
Así que en días como hoy da gusto estar aquí y poder pasear al aire libre con el solecico y el lago.
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