Tragarme mis palabras

Empezó siendo que me iba a disfrutar una semana al Starkbierfest de Múnich, y al final no pudo ser. Que si los billetes caros, que si no da tiempo, que si hay muchas cosas que hacer... blablabla, palabrerías.
Luego una persona que no fui yo, firmó por mí donde yo no quería, con una letra sospechosamente parecida a la mía pero con un garabato extremadamente diferente.
Y luego llegó Zaragoza. "Pues no voy, no pienso ir, que vaya Rita..." y pobre Rita, no podía ir, porque tenía que estar en Milán el miércoles o algo de eso, y claro, hay que salir el martes a las 7 de la mañana, que el tráfico aéreo está muy complicado últimamente.
Así que allí me véis, mañana tempranito AVE a Zaragoza. Una horita y media nada más, así da gusto coger marrones, la verdad.

I will now present this conferece...

Bueno, reconozco que no lo tengo muy preparado. Es lo que tienen los nervios, que no se me calman y me impiden realizar mis tareas con la normalidad que requerirían.

Por suerte ha venido hoy el hombre de Seur con una grata sorpresa. Mira que no soy yo muy fan de los aires acondicionados, ni mucho menos, pero la verdad es que ponerlo y ver el chorro de aire fresquico que suelta tan rápido impresiona. Y a 18º C ni más ni menos, que los he medido con un termómetro.
Además, hasta te trae el adaptador para la ventana y todo. Habrá que poner otro que no deje una randija de a dedo, que ya sé que es el truco para que nunca se enfríe y gastes 1000€ de luz al mes, pero bueno, lo que cuenta es el detalle.
Y por cierto, por mucho que digan algunos, no tiene que ser bonico para funcionar bien, pero he de reconocer que las líneas aerodinámicas tienen un nosequé que qué sé yo, y... ¿seguro que no funciona mejor por ser más bonico? Porque lo parece... ;)