A veces Madrid en verano es bonico

La foto de arriba es de la semana pasada, pero podría haber sido perfectamente de hoy.

Cuando hace este buen tiempo, que hace calor de día sin ser insoportable, con su brisica, y luego por la noche refresca y se puede dormir, entonces es cuando se está a gusto aquí y pienso, pues oye, no se está tan mal, podría acostumbrarme a esto.
Claro que luego llegará el lunes con los coches, las prisas, los atascos, el humo, la mierda en el aire... y entonces no, pero dejemos eso a una parte, y centrémonos en un día como hoy.
Despertar de una fiesta que terminó en un bar a 25 minutos andando de mi casa, con sus tontás, su música de los 80, que si La Vuelta al Mundo en 80 días, que si La Chispa Adecuada... tú sabes.
Recibir la llamada de los "vecinos" para ir a la piscina de otro a pasar la tarde. Pocha, panchitos (de los de maní y de los kikos), un chapuzón, muchas ahogadillas (o aguadillas, que ahora que sé que ambas son correctas hay que usarlas) y al final una cañita en el Jesu.
Y luego recibir otra llamada y terminar cenando en La Panza de Santa Engracia, con su flor de calabaza, y tomar un heladito en La Romana de Bravo Murillo para volver andandito a casa.
Y porque ha sido todo con prisas, que si no habría sido el día que más hubiera andado en mi vida.

Si es que mi barrio es mú bonico, y si no que lo digan mis vecinos, los de verdad, digo.