El 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas, conmemorando el nacimiento del apicultor Anton Janša.
En Múnich desde hace un tiempo, cuando llega la primavera, la ciudad ha decidido dejar parte del césped y las zonas verdes sin cortar, donde no molestan al paso, dejando así áreas de flores silvestres para alimentar a las abejas (Wildblumenwiese).
También muchas comunidades de vecinos y edificios oficiales lo hacen, permitiendo que crezcan las flores autóctonas silvestres y las abejas puedan pasar mejor estos días que se alternan entre sol y lluvia. Se recomienda hacerlo a los particulares dentro de las posibilidades.
Otra opción es poner hoteles de abejas o de insectos (Bienenhotel & Insektenhotel) para que las abejas silvestres puedan hacer paradas mientras recolectan el polen.
La desaparición de variedades de insectos es un problema en Alemania y en general en toda Europa. Con estas dos pequeñas contribuciones podemos ayudar a recuperarlos poco a poco en ciudad y darles un entorno más amable.