jueves, 19 de septiembre de 2013

Descontextualizando un libro

Foto: Pixishot
La verdad que me resulta curioso lo actual que puede ser a veces un libro incluso aunque haga ya 70 años de su publicación (en 1943).
Otras veces no, otras veces te encuentras pasajes que dices "¡pero qué coño...!" y te encuentras sorprendido en parte de la idea de la mujer de aquella época, o de la idea de los ingleses sobre lo que era ser una familia bien o el resto del mundo.
Por suerte el otro día cuando me dio la fiebre por releerme un libro de Agatha Christie, bueno, releer no, porque en este caso acerté y no me lo había leído, pero eso muchas veces es suerte, pues me puse a hacer notas con el Kindle y como no se han podido publicar voy a hacer un post a lo desgraciaito y os las voy a compartir porque merece la pena leerlas.
Las voy a titular:

  • Agatha Christie - Las mujeres tienen el sistema nervioso delicado
"He observado que en las novelas los anónimos groseros y repugnantes jamás se enseñan a las mujeres, de ser posible, para escudarlas a toda costa contra la sacudida que pudiera experimentar su delicado sistema nervioso, tan sólo con la lectura. 
Siento decir que jamás se me ocurrió no enseñarle la carta a Joanna. Se la entregué sin vacilar. Justificó mi fe en su fortaleza no demostrando otra emoción que regocijo." 
Aquí me imagino a las mujeres de la época temblando con el anónimo, sudando, con sus guantecitos blancos. Y en este caso la hermana del protagonista, que es una fresca, lo coge y se ríe.

  • Agatha Christie - ¿Quién no quiere un monito o un pavo real?
—¡Caramba! —dijo—. Qué cansada estoy, y creo haber puesto de relieve mi crasa ignorancia con respecto a las épocas de cultivo. ¿No hay habas en esta época del año? ¿Lo sabes tú? 
—En la primavera —dijo Megan. 
—Bueno, en Londres hay todo el año —dijo Joanna para defenderse. 
—En lata, tontuela —le dije—. Y las traen los barcos de todos los rincones del Imperio. 
—¿Cómo el marfil, los monos y los pavos reales? —preguntó mi hermana. 
—Exacto. 
—Preferiría tener pavos reales —replicó Joanna pensativa. 
—Y yo quisiera tener un monito —dijo Megan.
Desde luego nunca se me hubiera ocurrido que después de hablar de habas iban a acabar hablando de pavos reales. Quitando la falta del "Cómo", es impresionante. Supongo que en esa época se llevaban marfiles a Londres, pero sigo sin imaginármelo.

  • Agatha Christie - Las mujeres son el diablo
"Por un momento sentí escrúpulos de conciencia. Joanna era demasiado coqueta y Griffith demasiado bueno para que jugara con él. Las mujeres son el mismísimo diablo. 
Luego me fijé en Griffith... en su barbilla estrecha y enérgica y en la dura línea de sus labios, y no estuve tan seguro de que Joanna se saliera con la suya. Y de todas formas un hombre tiene derecho a dejarse engañar por una mujer... y si lo hace es por su propia voluntad."
Desde luego, sin palabras. Las mujeres son el mal, pero hay hombres tontos que se lo buscan.

  • Agatha Christie - El té es un refrigerio femenino
—Ha sido usted muy amable al aceptar un refrigerio tan femenino como lo es el té, señor Burton.
Supongo que Emily Barton consideraba a los hombres como consumidores incansables de whisky y cigarrillos, y que en los intervalos seducían a las doncellas de los pueblos o corrían aventuras con mujeres casadas. 
En fin, esto lo debería leer el Marommo y dejarse de tanto té de las cinco (las siete). A ver si le compro una botella de whisky y unos puros para que se ponga al día.

Bueno, y con este sabor de boca, no os podéis perder uno de sus libros. Creo que es una obligación temporal.
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Libro: El Caso de los anónimos, de Agatha Christie

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Con las manos en la masa

Hay días en los que te sientes maruja y sólo quieres cocinar y cocinar.
Ayer fue uno de esos días, pero el tiempo material no acompañó y sólo pudo ser cocinar la comida, los Kuchen tuvieron que esperar para hoy.
Así que aquí estoy, en plena faena, con la batidora de varillas prestada (¡qué lujo!) y sintiéndome una pequeña Anniehall de la vida. Sin tanto mérito, claro, que el señor del Real ya ha hecho media mezcla por mí, jeje.
Aquí es típico llevar bizcochos al trabajo. Bueno, en general hacer bizcochos en Alemania es una fiebre. Por eso los españoles acabamos soliendo llamarlos a la alemana. Luego la mayoría de la gente los compra, o dice que los ha hecho su mujer en el caso de los ingenieros bávaros (dicen que en Berlín eso estaría mal visto...).
En mi caso no me importa hacerlos. Sé que se me da mal cocinar, o al menos mi despiste me impide que se me de bien, pero lo que cuenta es la intención. Así que para evitar problemas voy a hacer dos y el tercero se lo dejo enteramente al congelador del Edeka, que para algo los comercializan, no?
Creía que no me iba a hacer ilusión celebrar los 29, pero los últimos acontecimientos han hecho que reflexione y piense que por qué esperar a celebrar los 30 o los 40 como un hito, mejor disfrutar de cada vez, que para eso hemos llegado.
Besos a todos y gracias por las felicitaciones.

martes, 17 de septiembre de 2013

Zodiac

Para los amantes de las series de policías, la novela negra y el crimen en general esta película está entretenida, aunque se queda un poco larga al final.
Reconozco que cuando una película tiene tan buenas críticas al final la veo condicionada a que no me guste tanto. En este caso no entiendo mucho la alta puntuación, a parte de que el reparto esté lleno de tíos buenos, pero no creo que sea eso. No sé si es el estilo años 60 que ya ha llegado a ser vintage, o que esté basada el hechos reales.
Está bien, pero no es genial tampoco. Como es una historia real, pues pasan cosas como en la vida real. La investigación se alarga, a los personajes no siempre la vida les va bien. Un poco como en JFK, que al final no sabes si podrían haberla cortado a mitad y se hubiera quedado mejor, pero claro, el final ya se sabe porque existe.
A mí me ha gustado, pero mi criterio está un poco al nivel «oh, hace mucho que no leo Agatha Christie, voy a leerme diez libros seguidos», así que a lo mejor no cuenta.
Claro que también he conseguido seguir los personajes hasta el final, que parece que no siempre es tan fácil.
Una recomendación para una tarde de domingo con lluvia. O de lunes con lluvia, o de martes, porque visto lo visto.
Por cierto, hablando de releer...
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Zodiac (2007)

La vida en la maleta

Recordando los números del día. 8:16 -18 - 6 - 51. Hora, andén, vagón, plaza.
A veces hay retraso, bueno, casi siempre, y algunos de los números cambian. Entonces hay que recordar otros números, incluso letras. 15 - 14 - F. Minutos de retraso, nuevo andén, zona de segunda clase.
Cuando tus cosas de aseo viajan contigo siempre, cuando es en una bolsa transparente para el avión, cuando descubres que has pasado todo el verano con dos pantalones y cinco camisetas, y el resto de tu ropa por tanto en realidad sobra, es que viajas demasiado. O que no aceptas que ahora vives en otro sitio.
Hay quien está peor y viaja todos los días, o quien lo asume y viaja sólo cada dos semanas.
Esta semana debería ser la última en la que se necesite presencia al 100%. A partir de ahora igual toca por fin la vuelta a casa.
Teóricamente.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Todo por el trabajo

O todo por conseguir volver a casa antes.
Esta semana está siendo una matada. Por la paliza de horas que llevo encima, que llevamos, y por la parte personal.
No es sólo el entrar pronto y el no saber a qué hora te vas a ir, que eso hay mucha gente que le pasa. Es el dormir mal, a sobresaltos, y el tener la sensación de que da igual lo que adelantes, se acostumbrarán y querrán que abarques el doble en la mitad de tiempo.
Cuando los españoles decimos que aquí en Alemania la gente trabaja lento, deberíamos a pararnos a pensar el por qué. No es porque lo hagan mejor o cometan menos fallos, que no lo es. Sino porque no merece la pena. Te quedas sin trabajo y te dan más. Y ya está.
Bueno, en algunos casos no te dan más y te quieres tirar por un puente del aburrimiento. El internet se acaba, como dice un compañero, y las horas pasan lentas.
Pero bueno, esta vez no está siendo así. La gente no para de entrar a ver si he terminado cosas y es complicado siquiera empezarlas con tantas interrupciones.
Por suerte he tenido mucho tren. El tren me gusta mucho, todavía, aunque me canse y quiera matar un poco a los demás cuando no paran de hacer pausas para fumar o se ponen a testear lo que les sale de la punta del rabo.
Ay, cómo hecho de menos decir "la punta del rabo" y que me entiendan, y quedarme a gusto.
Algunos dicen que lo malo de que te pasen cosas malas estando lejos es estar solo en la distancia. No, eso no es lo malo, porque en el fondo, y aunque esté feo decirlo, ayuda a desconectar. Lo malo de estar lejos es cuando hablas con la gente que está cerca y no puedes hacer nada para estar con ellos.
Esta semana murió mi prima, después de ocho años de lucha. Me parece increíble todas las cosas que hizo y que disfrutó, a pesar de lo que le costaba. Los cruceros, las fiestas. Claro, lo que veíamos.
Siempre hay estadísticas que dicen que el cáncer se cura en un no sé cuántos por cien de los casos. Aquí por desgracia cayó en el otro.
A veces pienso que, cuando pasen los años y se descubra cómo funciona, miraremos atrás y pensaremos las barbaridades que hacíamos para combatirlo, como vemos las sangrías de la Edad Media.
Pero por ahora no nos queda más remedio que aprender a convivir con lo que nos toca. Aprender a valorar lo que tenemos y disfrutar cada momento como si fuera irrepetible, porque lo es.
Este trabajo y este espíritu aventurero lo que tiene, es no poder coger un coche y plantarte en ningún lado. Ni siquiera tal vez disfrutar de un fin de semana completo en algunos casos.
Luego se sorprenderán de que la gente no quiera venirse. No hay tanto verde para compensar las pequeñas cosas.
Un besico a todos, en especial a Manolo.
Que disfrutéis el fin de semana.