jueves, 29 de abril de 2010

Suecia, el país de las puertas que abren hacia fuera

Parecía que no conseguiríamos ir, pero al final mereció la pena.
Las escalas, la incertidumbre, olvidarme de poner el candao cuando llevo 8 litros de ron en la maleta... todo por probar Pittypanna (patatas con cebolla, de pollo), Strömmingslådor (arenques guisados), Köttbullar (albóndigas!!), desayuno y fika con Kanelbullar (los bollitos esos con canela), algunos H&M, ningún IKEA (dicen que hay, pero nosotras no lo vimos), trenes de precios completamente locos, barns, y muchas risas.
Habrá que repetir en otro momento, aunque por ahora con recuperar el sueño vale ;)
Por cierto, si vais a Linköping y oís: "¡Soy una hooligaaaaan!",... ¡huid!

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