sábado, 14 de enero de 2012

La primera semana

Foto: Tú a Boston y yo a California (en Gibraltar)
El otro día, puede que fuera ayer, me reclamaban un post en condiciones sobre los últimos acontecimientos. Parece que lo hubiera estado evitando, pero tampoco es eso, simplemente a veces es mejor dejar reposar las ideas antes de hablar.
Siempre pensé que el día de mi boda no sería el más feliz de mi vida, y no lo fue, pero siempre será inolvidable.
No hubo pedida tradicional, con hincamiento de rodilla y anillo de prometida o de boda, ni nunca lo quise, y ni siquiera un "Will you marry me?". Antes pensaba que esas cosas ya no se hacían, yo creía que casarse era una cosa que se decidía un día en el sofá, preferiblemente en pijama, y bilateralmente. Luego descubrí que sí se hacían y entré en pánico. Por suerte al parecer es una cosa que se puede elegir, y al final se pareció más a lo primero que a lo segundo. Algunos saben cómo "fue", sólo que no lo saben.
Han sido nueve años muy largos, bueno, todo lo largos que son nueve años, empezando con dos casi? viviendo juntos, o en triple, otros cinco a distancia (unas veces mucha y otras mucha más) y finalmente casi otros dos por fin en la misma ciudad y el mismo piso.
Así que era de esperar que nos casáramos, la cosa era cuándo. Y bueno, llegó Alemania.
No estar casados aquí pase, económicamente interesa casi siempre, pero al fin y al cabo hay cierta tolerancia social al deber de atender o cuidar a un novio. Pero ya fuera... Y si no ahora, ¿cuándo?
Así que una vez decidido empezamos a preguntar en Navidad, en La Línea 10 días, pero no puede ser, en Granada mes y medio pero tampoco, así que tiene que ser en Madrid, donde estés empadronado. Y papeles, ¡muchos papeles!
Y un buen día, el 4 de enero, surgió el tema de Gibraltar. "Allí es rápido", nos dijeron, y allá fuimos. Corriendo a traducir las partidas de nacimiento al inglés, intercambiando documentos en plena cabalgata de Reyes, como espías o narcos, corriendo a escanear y al registro, y finalmente el viernes pasado estuvo todo entregado y listo.
Tocaba sólo elegir la fecha, y así fue. "El lunes está libre, pero es a las 10", bueno, pues que así sea.
Y así estamos, casados un lunes en bilingüe inglés-llanito, muy solemnemente, con la familia justa y dos amigos de testigos.
¿Que cómo me siento? Pues una mentirosa, cada vez que digo marido pienso que estoy mintiendo por no decir Marommo (o novio), y luego me llevo el palo de darme cuenta de que es verdad. Supongo que es lo normal.
Ya a partir de aquí, dios dirá. Bueno, no, nosotros diremos.

3 comentarios:

  1. Puede que no fuera una pedida y una boda tradicionales, pero fue muy emotivo, ahí, mirándoos a los ojillos, con toda la ilusión del mundo... Y qué decir del vestido de la novia ;)
    ¡Vivan los novios!

    ResponderEliminar
  2. Gracias Andreonci, pero no te chives, a ver si la gente va a dejar de pensar que soy una sosa sin corazón ;)

    ResponderEliminar
  3. Ains Eliahh podremos haber ido a muchas bodas y muchas que nos quedaran por ir, pero te aseguro que como la tuya con el Marommo. Ninguna!!!!
    PD: Lo del Cuadro de la Reina Madre lo digo en serio jajaja

    ResponderEliminar

Ya que lo has leído, coméntame qué te parece, no?