miércoles, 3 de enero de 2018

Año nuevo, teta nueva

El otro día vino a verme un amigo con el que no tenía contacto desde hacía mucho. Resultó que apenas sabíamos el uno del otro, pero al menos él a través del blog había podido ir siguiéndome un poco la pista. 
Ahí me di cuenta de la panzada de tiempo que hace que no escribía una entrada nueva. 
Supongo que el final de año de 2017 se podría resumir más o menos rápido.
He tenido un hijo nuevo. Mi hijo mayor no está bien. Tampoco hay que montar un melodrama, pero digamos que el último trimestre no ha sido el más feliz de nuestras vidas. Por suerte ya parece que vamos saliendo del bache y nos podemos centrar en disfrutar del pequeño gordito que no para de coger peso a base de teta, y de buscar un equilibrio con los dos hermanos y la perra. 
Como decía una amiga, durante algunos días fue el bebé más ignorado durante su embarazo, así que habrá que ponerle remedio ahora que está fuera. 
No sé si llegaré con él también a los 20 meses, es demasiado pronto para saberlo, pero al menos lo intentaré.
Y sólo espero que poco a poco la gente deje de preguntar: «¿Y la niña para cuándo?». Porque todos sabemos que esto es Ley de Murphy y hay familias muy numerosas buscando precisamente la variedad que no llegaba.
A todos, feliz 2018. Que nos traiga mucha salud y mucha fuerza. 
Y gracias a los que habéis estado ahí estos meses.

2 comentarios:

  1. Y la niña para cuándo? Jajaja. Me alegro mucho de que todo vaya bien.

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    Respuestas
    1. Jeje gracias.
      La verdad que estoy segura de que el siguiente sería niño también, menos mal que la perra es hembra y compensa.
      Aunque esta vez reconozco que nos daba también igual, así se ha salido el Maromo con la suya del nombre.

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