miércoles, 6 de julio de 2011

Galleticas de la suerte

o las galletas de la fortuna, como se conocen por su nombre oficial.

Siempre pensé, no me preguntéis por qué, que era una cosa que sólo regalaban en los chinos de Estados Unidos, que como todo el mundo sabe molan más porque la comida viene en cajas de cartón que inexplicablemente no se mojan de grasa, y que además eran una especie de empanadilla con un papelito dentro.
Pues no, no más lejos de la realidad. Son galletas dulces, como de oblea, o al menos de una pasta crujientica, y se parten limpiamente en dos mitades permitiendo sacar la suerte en un papelito.
La segunda cosa, es que se pueden comprar en cualquier sitio, particularmente en el Lidl. Vienen en una bolsita dorada, la suerte viene en inglés y alemán, y la costumbre es abrir una por comida, al final.
En mi caso me dijo que me esperaba un thrilling future, supongo que por aquello del cambio de curro, pero bueno, esto es como el horóscopo, que cada uno lee lo que quiere ver.

Muchas gracias a mi familia por descubrirme este gran invento, nunca se sabe qué puede salir de una cena un lunes cualquiera.

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