lunes, 21 de diciembre de 2020

La magia de la Navidad

El otro día sonó el teléfono fijo. Hacía tanto que no sonaba que pensé que era algo de la tele.

Viñeta del New Yorker

Era un chico que vive en Berlín, también de Granada, que había recibido el paquete de mis padres en vez del suyo. SEUR la había liado y puso su etiqueta en mi paquete. Adiós fiambre para Navidad, adiós regalos para Nochebuena.
A pesar de que en las etiquetas de Packlink se cortan los dos primeros dígitos del teléfono, se molestó en buscar el prefijo de Múnich y llamarme para avisarme.

Pusimos cada uno por nuestro lado la reclamación, pero aquí nadie se ha hecho cargo de nada. A mi padre solo le llegaban correos automáticos, a él un aviso de recogida que nunca se cumplió. 

Entre medias llegó su paquete también a su casa, y mi padre se acercó a hablar con los suyos en Granada por si lo podían arreglar.

Por suerte todavía queda gente buena en este mundo, y después de diez días, me ha enviado mi paquete, pagándole yo los gastos de envío.

Parece que los Reyes Magos al final sí vendrán cargaditos de juguetes.


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